lunes, 11 de noviembre de 2013

Todo empieza con un paso

Coparmex se ha puesto los tenis este 10 de noviembre para la I Carrera del Emprendedor.

Fotografías: Nandy Barajas

Por Lucía Novo, Nandy Barajas y Alejandra Ruibal

Es domingo en la mañana y en el circuito Omnilife se siente toda la energía de 2,000 emprendedores calentando y agarrando fuerzas para empezar la primera Carrera Omnilife Coparmex. Apenas son las 8:01 am cuando comienza el reto y paso a paso cada uno de los corredores nos demuestra la madera con la que están hechos.

La carrera es pesada en algunos momentos, sin embargo los corredores se sorprenden por el recibimiento que los espera al atravesar el estadio: el mariachi tapatío los aguarda con los clásicos de nuestra música mexicana. “Escuchar el mariachi loco sí te motiva a seguir corriendo”, dice la corredora Jessica Mestas y, como ella, todos corren en esta fresca mañana para llegar a la meta y superar sus propios tiempos.

Con participantes desde los 16 años de edad, la carrera está llena de gente de toda la ciudad y no pueden faltar gradas donde familiares y amigos echan porras y alientan a sus seres queridos para que no se dejen vencer por el cansancio o la sed y logren terminar orgullosamente sus 5 o 10 km. Así pasa el tiempo -con gritos de aliento y canciones que suben el ánimo- hasta que la última persona cruza la línea final y cada uno de los concursantes recibe su medalla para recordar siempre este día. Es un orgullo mencionar que el diseño de las medallas estuvo a cargo de Juan Pablo Gómez Orea, ex alumno de Comunicación de nuestra Universidad.

Una vez que las 2,000 personas participantes han sido condecoradas con sus medallas al cuello, es hora de hidratarse y disfrutar de los stands que los patrocinadores pusieron para los deportistas. Hay masajistas listos para que los cansados corredores se relajen y recuperen la respiración, así como un puesto en el que se hacen análisis de pisada para que los participantes puedan conocer lo que sus pies necesitan y elegir el calzado adecuado para nunca tener que dejar de correr.

Después de refrescarse e hidratarse, nuestra compañera Leticia Armengol nos cuenta que la carrera estuvo “muy bien organizada” y el circuito “muy padre”, pues los dejaron pasar por el estadio. Nos dice emocionada que hubo “muy buena energía”, la gente estuvo “muy positiva” y que espera que nunca se dejen de realizar este tipo de eventos. De igual manera, Jesús Salvador Hernández, también estudiante de la Universidad, nos cuenta que el ambiente estuvo “muy chido” y, a pesar de que hacía mucho frío cuando empezaron, al correr se le olvidó y pudo disfrutar del ejercicio.

Aunque en este tipo de eventos sólo puede haber un número limitado de premios, la realidad es que, después de correr, cada uno de los participantes se siente como un ganador: no hay mayor satisfacción que ponerse un reto y salir triunfante de él. Sin embargo, el primer lugar incluye la ventaja de poder recibir una asesoría de Coparmex para poder poner su negocio.

Finalmente, en la cara de cada uno de los corredores pudimos reconocer el lema de la jornada: lo importante no es sólo ser el corredor más veloz, sino animarse a hacer las cosas y recordar que todo empieza con un paso.

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