Pura Isabella Fermín
Seguramente, más de una vez has escuchado las expresiones: ¡Sé creativo! ¡Échale coco! ¡Todo se resuelve con creatividad! Durante toda la vida, en especial la académica, la llamada a ser creativos resulta común y constante. Sin embargo, la mayoría de nosotros, los estudiantes, alguna vez nos hemos preguntado ¿Con qué se come eso? ¿De dónde saco la creatividad? O peor… Todos nos creemos creativos hasta que alguien enuncia la frase: ‘haz algo diferente’. A continuación, nos interesa compartir contigo los sentimientos que se desprenden de esta famosa vocación a la creatividad.
Seguramente, más de una vez has escuchado las expresiones: ¡Sé creativo! ¡Échale coco! ¡Todo se resuelve con creatividad! Durante toda la vida, en especial la académica, la llamada a ser creativos resulta común y constante. Sin embargo, la mayoría de nosotros, los estudiantes, alguna vez nos hemos preguntado ¿Con qué se come eso? ¿De dónde saco la creatividad? O peor… Todos nos creemos creativos hasta que alguien enuncia la frase: ‘haz algo diferente’. A continuación, nos interesa compartir contigo los sentimientos que se desprenden de esta famosa vocación a la creatividad.
¡Adiós paradigma!
Nosotros, como tú, nos enfrentamos al reto de la creatividad. Todos los días sin que nos demos cuenta la vida nos pide soluciones ingeniosas. Con el nacimiento de nuestro nuevo retoño, El Despertador Panamericano, no tenemos escapatoria: las ideas deben estar a la orden del día, desde la elección del nombre del proyecto hasta la manera de escribir, incluso son imprescindibles para lidiar con el trabajo en equipo: ¿Cómo hacemos para complementar tu propuesta y la mía? ¿Cómo hacemos para aprovechar las habilidades de cada miembro del equipo? Sin duda, lo anterior es un desafío, especialmente, cuando cada cabeza es un mundo y este fantasma de la genialidad parece danzar al son de su antojo.
Por otro lado, tendemos a pensar que los artistas o las personas brillantes son gente cool y relajada, y que las soluciones llegarán a nuestra mente cuando la manzana caiga sobre nosotros como un golpe de suerte, tal como ocurrió a Newton. Pese a esto, la realidad es que los golpes de suerte no son tales. “La creatividad nos encuentra trabajando”. Dicho lo anterior… ¡Que suenen los tambores! Porque llegó la hora de desmentir otro paradigma: La creatividad ¿se hace o se nace con ella? Si alguna vez has sentido frustración, como nosotros, respecto a la facilidad para que se ‘prenda el foco’, te encantará saber que, pese a cierto grado de habilidad nata, la creatividad es consecuencia de un hábito.
Imaginemos que, de improvisto, tenemos una tarea urgente por hacer, para la cual, como es lógico, necesitamos herramientas. Nos dirigimos a nuestro almacén mental y nos topamos con una caja vacía. Lo cierto es que, está vacía porque: a) olvidamos rellenarla o, b) ni habíamos tomado en cuenta la posibilidad de una contingencia. Algo así, puede ocurrir cuando nos dicen ‘haz algo diferente’. Las buenas ideas no parten de la nada, la genialidad está en unir cosas existentes con una perspectiva única, que sólo UNA persona es capaz de realizar de cierta manera; es decir que, para ser creativos debemos cultivarnos y eso nos invita a: leer, conocer gente, reflexionar y, sobre todo, observar. Tener pasatiempos, por ejemplo, es un excelente motor de ingenio. Después de todo las ideas se también esconden debajo de las piedras.
Finalmente, vale la pena decir que, contrario a lo que muchos piensan, las limitaciones son excelentes fuentes de inspiración. Cuando inventaron los primeros aviones el ruido de las turbinas era tan fuerte que podían hacer temblar a ciudades enteras y despertar a todo el mundo. Los gobiernos preocupados por la paz de sus poblados establecieron leyes que prohibían el vuelo de aviones que produjeran cierta cantidad de ruido. Los fabricantes de las naves se vieron ante el reto de repensar sus diseños. La reducción del ruido fue, quizá, de los logros más pequeños. Gracias a la ley mejoraron el funcionamiento de todo el medio de transporte, lo profesionalizaron y obtuvieron aviones más rápidos y eficientes. De igual forma ocurre a los periodistas que cuentan con un espacio limitado para escribir, a los abogados que deben solucionar casos apegados a ciertas leyes, a ingenieros que deben seguir determinados procedimientos, a hombres que deben conquistar a una chica especial… ¡Las aparentes limitaciones nos invitan a arriesgarnos y a salir de lo evidente.
¡Pura inteligencia!
Dos puntos son irrefutables: la creatividad nos ha causado conflicto en algún punto de nuestras vidas, sin embargo, nos guste o no, es requisito indispensable para el éxito: personal y profesional. La ventaja es que la consecución de una mente brillante es posible para todos… los que se dispongan a trabajar. Unas veces será más fácil que otras lograr el alumbramiento, y esta prontitud será, en términos matemáticos, directamente proporcional, a las herramientas que dejemos en nuestra caja. La habilidad para no dejar escapar ocasiones de aprendizaje y aprovechar las limitaciones son camino seguro para ser creativos. El equipo de El Despertador Panamericano está listo para asumir contigo el reto de la creatividad… Tú, ¿estás listo para acompañarnos?
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