Por Nandy Barajas Edid
Es el año 2154. En Los Ángeles se habla español como lengua principal, algunos todavía se comunican en inglés. Es como si la frontera entre México y Estados Unidos se hubiera difuminado porque la realidad es que, para la gente que vive en la tierra, todos son iguales. Ya a nadie le importa el idioma, el color de piel, la raza. Las distinciones entre rico y pobre, enfermo o sano. No existen en nuestro planeta.
Sin embargo, en el espacio, viven todas aquellas personas que se creen superiores a los demás
-curiosamente todos europeos y norteamericanos- quienes con el poder de un bolsillo lleno abandonaron la Tierra para construirse una vida mejor, un mundo de privilegios en un satélite llamado Elysium.
-curiosamente todos europeos y norteamericanos- quienes con el poder de un bolsillo lleno abandonaron la Tierra para construirse una vida mejor, un mundo de privilegios en un satélite llamado Elysium.
Son los habitantes de este lugar los que no permiten, bajo ninguna circunstancia, que los ilegales del planeta lleguen a su hogar. ¿Les suena conocido? Elysium es el sueño americano con el que tantas personas sueñan hoy en día, cuando caminan miles de kilómetros a pie para conseguir un trabajo -ni tan digno- en los Estados Unidos.
El paraíso de los ricos, significa para muchos de los habitantes terrestres una segunda oportunidad, no sólo para prosperar, sino para vivir. En este contexto, vive Max Acosta -interpretado por Matt Damon- a quien le quedan cinco días de vida. En una apuesta desesperada por salvarse, se convierte en poseedor de la clave que puede equilibrar una vez más las cosas entre los ricos y los pobres. La cuestión es ¿qué es más importante? ¿Ser o hacer?
Disponible en http://scriptshadow.net/movie-review-elysium/ |
Hace unos años vimos Wall-E. Igualmente nos planteaba un mundo abandonado y muerto, mientras que los únicos sobrevivientes del planeta habitaban en una estación espacial con la vida más sintética jamás capturada por Pixar. Finalmente, el mensaje que transmite la película animada tiene más tintes ecológicos que filantrópicos, un recordatorio para todos de que en nuestras manos está la posibilidad de cumplir o contrarrestar ese terrible destino al que parecemos estar condenando a nuestro globo terráqueo.
No se necesita ser un genio para darnos cuenta de que, como en Wall-E, se nos plantea un prospecto de vida poco apetecible. Elysium nos recuerda la famosa frase de Thomas Hobbes “El hombre es el lobo del hombre”. Se nos muestra de una manera cruda -y muchas veces violenta- el mal que las personas son capaces de hacer a otras. Lo peor de todo es que ni siquiera eso que hacen es tan abominable como lo que dejan de hacer y las consecuencias que eso tiene para los demás. Con todo ello, pareciera que lo más trágico de la historia es ver que en cierto punto, hay robots más humanos que algunas personas.
Desde el punto de vista del guión, no propone nada nuevo. Elysium es otra película dominguera de acción y ciencia ficción con grandes efectos especiales y una propuesta fotográfica que resulta interesante para los aficionados del cine. Sin embargo, es una crítica social bastante explícita que no dista mucho de las circunstancias en que el mundo se encuentra hoy en día: polleros -ligeramente más altruistas que los reales-, “mojados”, la policía fronteriza y ricos aterrorizados por la idea de perder su estatus.
Ficha Técnica
Elysium
Estados Unidos, 2013
Dirección: Neill Blomkamp.
Producción: Simon Kinberg.
Fotografía: Trent Opaloch.
Edición: Julian Clarke, Lee Smith.
Guión: Neill Blomkamp.
Cast: Matt Damon, Jodie Foster, Sharito Jopley, Diego Luna, William Fichtner.
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