Por Lucía Novo
Estamos acostumbrados a escuchar Reality Show y pensar que vamos a entrometernos en la vida de alguien, a conocer cosas privadas, asuntos que nadie tiene por qué conocer pero que, como están en la televisión, parece estar bien que lo veamos. Tenemos casos como Keeping up with the Kardashians, en el que no hacemos más que enterarnos de lo que pasa en la vida de esta familia, algo extraño sinceramente… O realities de concursos, como La Academia (cuando estaba en sus primeras temporadas y mucha más gente lo veía) que supuestamente era un programa en el que iba gente a cantar y ganar por su talento, cuando en realidad gran parte del programa estaba dedicado a ventanear las vidas de los concursantes y hacer “show” para generar rating y ganar dinero.
Estamos acostumbrados a escuchar Reality Show y pensar que vamos a entrometernos en la vida de alguien, a conocer cosas privadas, asuntos que nadie tiene por qué conocer pero que, como están en la televisión, parece estar bien que lo veamos. Tenemos casos como Keeping up with the Kardashians, en el que no hacemos más que enterarnos de lo que pasa en la vida de esta familia, algo extraño sinceramente… O realities de concursos, como La Academia (cuando estaba en sus primeras temporadas y mucha más gente lo veía) que supuestamente era un programa en el que iba gente a cantar y ganar por su talento, cuando en realidad gran parte del programa estaba dedicado a ventanear las vidas de los concursantes y hacer “show” para generar rating y ganar dinero.
Fotografía tomada de www.mediaspy.org |
¿Por qué nos gusta? Lo importante del programa es el trabajo que
realizan los concursantes. En realidad, el concurso se basa en el talento de
las personas, en sus habilidades y buenas ideas, no en el “show” que podrían
dar si es que alguno tuviera un problema familiar o si un participante se
enamora de otro. Es esto lo que lo hace ser un programa interesante y con
contenido, y así, al no intentar vender el morbo a través del chisme o la
desgracia ajena, consideramos que es un programa que permite pasar un buen rato
sin transmitir telebasura.
Otro punto a favor de The
Renovators es que no es necesario haber visto absolutamente todos los
capítulos para entenderlo. Podría ser el episodio número 14 el primero que veas
y, como su dinámica es tan amena y fácil de entender, en pocos minutos ya
atrapa toda tu atención. Es un programa que merece ser visto, este tipo de
televisión es la que es interesante, aporta cosas nuevas y contenidos reales, en
lugar de escarnio y frivolidad. Los miembros del Despertador Panamericano somos fans y lo recomendamos altamente
¡Sigamos viendo realities sin show!
Ficha técnica
Presentador: Brendan Moar
Compañía Productora: Shine Australia
En México se transmite por el canal Glitz
Todos los días a las 11 am (de Lunes a Domingo)
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